Hay dos tipos de escritores: los que se asilan del mundo y tratan de modificarlo desde sus libros y personajes sin otro compromiso que la búsqueda permanente de la excelencia; y los que como José Saramago, que además de escribir obras esenciales como “El memorial del convento”, “El año de la muerte de Ricardo Reis”, los dos ensayos, el de la ceguera y el de la lucidez, y la maravillosa “Caín”, entre otras, son capaces de salir al mundo y tratar de cambiarlo con sus propias manos. Esa generosidad quijotesca la debió de heredar de su abuelo, quien antes de morir hace ya muchos años se levantó de la cama, abrazó los cuatro árboles que tenía en su huerto y se fue en paz, con la tranquilidad del deber cumplido.
Ahora que se ha apagado el hombre, queda el escritor, el ser comprometido, sus obras y su ejemplo. Y nos queda su memoria (…) Los hombres grandes nunca mueren, solo se van y nos acompañan de otra forma.
[Ramón Lobo. El País, 18 de junio de 2010]
I'll remember you Long after this endless summer has gone. I'll be lonely oh so lonely Living only to remember you.
I'll remember too Your voice as soft as the warm summer breeze, Your sweet laughter, mornings after Ever after, I'll remember you.
To your arms someday I'll return to stay, Till then I will remember too Every bright star we made wishes upon. Love me always, promise always Oooh, you'll remember too
I'll remember you
[Kuiokalani Lee]
Te recordaré Mucho después de que se marche este eterno verano. Me sentiré solo, oh tan solo Viviendo sólo para recordarte.
Recordaré también Tu voz suave como la cálida brisa estival, Tu dulce risa, mañana tras mañana, Por siempre te recordaré.
A tus brazos un día volveré para quedarme, Hasta entonces recordaré también Todas las relucientes estrellas a las que pedimos deseos. Quiéreme siempre, prométeme que tú También siempre me recordarás .
Te recordaré.
[Mi traducción]
Elvis grabó “I’ll Remember You”, una creación del compositor hawaiano Kuiokalani Lee, el 12 de junio de 1966 en el Estudio B de la RCA en Nashville. Sirvan la preciosa oda a la memoria del amor escrita por Lee y la sincera y emotiva interpretación de Elvis como mi modesto homenaje a la figura de José Saramago. En la foto, un anciano y ya enfermo Saramago acude a mostrar su apoyo a la luchadora saharaui Aminatu Haidar, en huelga de hambre.
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