BLOGS DE JOAQUÍN JOSÉ FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ

BLOGS DE JOAQUÍN JOSÉ FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ
Elvis en concierto en el Hotel Internacional de Las Vegas en 1969

Elvis cantando "Hound Dog" en el Milton Berle Show de la NBC en 1956

Elvis interpretando "If I Can Dream" en el trascendental especial "Elvis" para la NBC en 1968

sábado, 22 de mayo de 2010

ANY DAY NOW






Este tema se graba el 21 de febrero de 1969 en los Estudios American Sound, ubicados en el famoso número 827 de Thomas Street en Memphis. Este hecho tiene un gran valor simbólico, ya que Elvis no había realizado ninguna sesión de grabación en su ciudad desde que lo hiciera por última vez en 1955, aún en su etapa inicial en Sun Records. Los Estudios American Sound fueron creados en 1964 por Chips Moman, quien había sido guitarrista para el rockero Gene Vincent e ingeniero de grabación en los prestigiosos Estudios Stax, también de Memphis, donde había registrado muchos de sus temas la gran figura del soul Otis Redding. Junto con Stax, American Sound se había convertido en uno de los centros neurálgicos de la explosión del soul de Memphis en la década de los 60, albergando sesiones de grabación para artistas como Wilson Pickett, Dionne Warwick o los Box Tops o, en otros géneros musicales, para Dusty Springfield y Neil Diamond. Tanto el productor Chips Moman como los músicos de sesión de su estudio se habían labrado una excelente reputación dentro del panorama discográfico del momento. En concreto, el núcleo central de instrumentistas de American Sound, conocidos como ‘827 Thomas Street Band’, pasaba por ser una de las grandes formaciones de estudio de Estados Unidos, lo que constituye una prueba inequívoca de su calidad. Rearmado e impulsado por el gran éxito de público y crítica del ‘Elvis Comeback Special’ para la cadena NBC de diciembre de 1968, Elvis abandonaría en 1969 el cine definitivamente con la película ‘Change of Habit’, para reivindicarse de nuevo como cantante al máximo nivel. Aconsejado por George Klein y Marty Lacker, dos destacados miembros de la ‘Mafia de Memphis’ (ese peculiar y variopinto conglomerado de colaboradores musicales, guardaespaldas, amigos y aduladores que constituían una auténtica ‘guardia pretoriana’ del artista), Elvis tomó una de las decisiones más trascendentales de toda su carrera: grabar en American Sound, bajo la producción de Moman y el acompañamiento de sus músicos de sesión. Con estos ingredientes, junto con la acertada selección de un repertorio de canciones, tanto tradicionales como contemporáneas, de indudable calidad y el genio musical primigenio del cantante, se registró un total de 30 temas, muchos de los cuales hicieron que Elvis tuviera que adentrarse en territorios musicales hasta ese momento inexplorados para él y han acabado siendo considerados por la crítica de lo mejor de sus 23 años de carrera musical. De los referidos 30 temas, 12 fueron seleccionados para el aclamado LP ‘From Elvis in Memphis’, de ese mismo año 1969. La revista ‘Rolling Stone’ lo calificó, justo después de su salida al mercado, como “uno de los álbumes más grandes de soul blanco”. La crítica musical posterior ha agrandado su leyenda todavía más, puesto que hay expertos que lo tienen por uno de los mejores discos publicados en toda la década de los sesenta. En las notas del CD-libro publicado en 2009 por RBA, dentro de su coleccionable sobre la discografía de Elvis, Andrés López y J. C. García escriben lo siguiente: “Aunque barnizado con arreglos soul, ‘From Elvis in Memphis’ también es un inteligente compendio de gospel, blues, country y pop, géneros puestos al servicio de la espléndida madurez vocal que el cantante había alcanzado en 1969”. La canción que podemos escuchar aquí, ‘Any Day Now’ es la undécima del disco. Es un tema compuesto en 1962 por Burt Bacharach junto con uno de sus colaboradores habituales, Bob Hilliard. Bacharach es sin duda uno de los grandes nombres de la música popular estadounidense. Pianista, compositor y productor musical, ha creado una multitud de grandes canciones pop y soul, por ejemplo, entre muchos otros, para Dusty Springfield y Dionne Warwick (a quien también producía musicalmente), que grabaron en American Sound de Memphis, como expliqué antes; ha compuesto música para cine (Dusty Springfield interpretó la canción ‘The Look of Love’ para ‘Casino Royale’ (1967) y B.J. Thomas la archifamosa ‘Raindrops Keep Falling On My Head’ para ‘Dos Hombres y un Destino’ (1969); en definitiva, una infinidad de artistas ha grabado temas suyos, desde Ella Fitzgerald hasta The Beatles, que el 11 de febrero de 1963 registraron su canción ‘Baby It’s you’ para su disco ‘Please Please Me’. La música de Bacharach se caracteriza por unos rasgos muy idiosincrásicos: inusuales progresiones de acordes, sorprendentes esquemas rítmicos sincopados, fraseado irregular, modulaciones vocales diversas, y medida cambiante en las líneas. En general, y es ésta una característica que se observa con claridad en ‘Any Day Now’, sus canciones evolucionan hacia un climax final mucho más poderoso de lo que es norma habitual en la música pop. La soberbia interpretación de Elvis, cuyas coordenadas musicales estaban evidentemente muy lejanas del universo musical de Bacharach, da buena prueba de su inmenso talento natural para la canción. ‘Any Day Now’ presenta cuatro estratos estructurales sobre los que se sobreponen los diferentes tonos músico-sentimentales que emanan de la voz de Elvis y que nos conducen a un final grandioso, pleno de emoción y poesía, donde se oye una sincera súplica para que no se cumpla el presagio de la extinción del amor, simbolizado por el pájaro que se aleja volando: ‘Don’t fly away, my beautiful bird’. Encabezan la entrada, de arriba hacia abajo, una foto de Burt Bacharach con Dionne Warwick, los Estudios American Sound, una foto de Elvis rodeado por la banda de músicos del estudio, la portada del disco ‘From Elvis in Memphis’ y la de un magnífico libro, auténtica biografía oral del cantante a cargo de tres miembros de la famosa ‘Mafia de Memphis’; entre ellos el propio Marty Lacker, quien en uno de los capítulos habla de las sesiones de grabación de 1969 en Memphis comentadas en la presente entrada.

jueves, 20 de mayo de 2010

TRUE LOVE





Elvis graba este tema el 23 de febrero de 1957 en los Estudios Radio Recorders de Santa Monica Boulevard, en Hollywood. Radio Recorders ha pasado a la historia de los lugares emblemáticos de grabación de Estados Unidos, puesto que allí registraron trabajos figuras de primer nivel de variados estilos musicales. Baste nombrar, por ejemplo, además del propio Elvis, a Charlie Parker, Louis Armstrong, Jimi Hendrix, Frank Zappa o el mismo Igor Stravinsky, a quien se le concedió la nacionalidad estadounidense en 1945; Stravinsky realizó diversas sesiones de grabación en Radio Recorders, como por ejemplo ‘The Flood’ (‘El Diluvio Universal’), un drama musical bíblico basado en el famoso episodio del ‘Génesis’, realizado en 1962 para la cadena de televisión CBS. Elvis estaba grabando la banda sonora de su segunda película ‘Loving You’ y se hizo necesario incluir en la misma algunos temas que completasen el disco. Entre éstos, se incluyó una versión de esta canción compuesta por el gran compositor norteamericano Cole Porter. Porter había creado este tema para la película ‘High Society’, dirigida por Charles Walters en 1956. Porter compuso una serie de canciones para la banda sonora del filme a la altura de sus estelares protagonistas masculinos, Bing Crosby y Frank Sinatra. En concreto, ‘True Love’ es interpretada en una recordada escena por Bing Crosby y Grace Kelly, que aquí hizo a la vez su debut como cantante y su despedida definitiva del cine para contraer matrimonio con el Príncipe Rainiero de Mónaco. Los arreglos musicales de la película estuvieron a cargo de dos figuras monumentales de la composición y orquestación norteamericanas, Conrad Salinger y Nelson Riddle. Precisamente fue la orquesta de Nelson Riddle la que participó en el famoso programa de televisión de la ABC de 1960 ‘Welcome Home Elvis’, un especial del ‘The Frank Sinatra Show’ grabado en Miami en el que ‘la Voz’ y otros miembros de su famoso Rat Pack daban la bienvenida a Elvis a su vuelta del ejército. Riddle y su orquesta colaboraron frecuentemente con Sinatra en sus grabaciones para el sello Capitol. Como anécdota, puedo comentar que existe un curioso vínculo de unión entre Bing Crosby y Elvis: Gary Crosby, el hijo del cantante, que participó como guitarrista en la película de Elvis de 1965 ‘Girl Happy’. En los primeros tiempos de grabación de Elvis para la RCA, donde se ubica este tema, se fueron ampliando progresivamente los horizontes musicales del cantante, a medida que se iba haciendo cada vez más evidente su inmenso potencial vocal. Su interpretación de ‘True love’, que, junto con otros temas de Porter como ‘Night and ‘Day’, ‘Begin the Beguine’, ‘I’ve Got You Under My Skin’ o ‘C’est Magnifique’, forma parte integrante por derecho propio del ‘Great American Songbook’ (el gran cancionero de estándars americanos), me parece excelente: versión desnuda, tan sólo con acompañamiento de guitarra acústica, para que los coros del cuarteto de gospel The Jordanaires y la voz solista de Elvis se lleven todo el protagonismo. La canción trasladaba a Elvis a un territorio donde siempre se sentiría especialmente cómodo: la balada de amor, que permitía al cantante sacar lo mejor de sus capacidades vocales y de su rica expresión de matices sentimentales. Introduzco esta entrada con una foto de Cole Porter, una reproducción del cartel de la película ‘High Society’ (donde también participaba el genial Louis Armstrong), un cartel del especial ‘Welcome Home Elvis’, en el que se puede ver a Elvis y Sinatra y leer la relación de participantes, entre ellos la orquesta de Nelson Riddle y, por último, una foto tomada en el Hotel Internacional de Las Vegas (sede de muchos conciertos de Elvis), el 29 de agosto de 1969, en una fiesta que siguió al primero de una serie de conciertos a cargo de Nancy Sinatra, la hija de Frank: allí vemos a Elvis, Sinatra y Fred Astaire, artista muy vinculado a la figura de Cole Porter, de quien interpretó musicales en Broadway, películas en Hollywod e incluso grabó discos como cantante con canciones de su repertorio. La foto es sin duda un documento de valor inestimable, al mostrarnos juntos a tres figuras monumentales del ‘show business’ estadounidense y mundial.

sábado, 15 de mayo de 2010

MY BABY LEFT ME





Elvis había grabado ‘My Baby Left Me’ el 30 de enero de 1956 en los Estudios de la RCA en Nueva York. Era su segunda sesión de grabación para dicha compañía discográfica, que en noviembre de 1955 había abonado por los derechos de Elvis a Sun Records de Memphis 35.000 dólares, una cifra sin precedentes en el ámbito de la música popular, más sorprendente aún si cabe si se piensa que se pagaba por un cantante de 20 años, encuadrado en el restringido circuito del country & western y cuyo éxito se circunscribía hasta ese momento al sur de los Estados Unidos. Evidentemente, esta operación resultaría ser una de las más exitosas de la RCA, que rentabilizaría con creces la inversión inicial. La versión que incluyo aquí es una interpretación en directo del 20 de marzo de 1974 en el Mid-South Coliseum de Memphis, durante un concierto que fue publicado en disco en junio de ese mismo año con el nombre de ‘Elvis Recorded Live on Stage in Memphis’. Dejando al margen los numerosísimos conciertos de las temporadas en Las Vegas, que merecen un análisis individualizado, el concierto de Memphis de 1974 se sitúa, en mi opinión, entre los tres de más calidad de la década de los 70 que aparecieron en disco, junto con ‘Elvis as Recorded at Madison Square Garden’ de 1972 (Nueva York era una plaza de primer nivel y así lo comprendió el cantante, que ofreció una actuación estelar) y ‘Aloha from Hawaii via Satellite’ de 1973 (el disco del famoso concierto en Honolulu, retransmitido por satélite a todo el mundo, y que en varios días vendió más de un millón de ejemplares). El concierto de Memphis, conocido como ‘Homecoming Concert’ (‘Concierto de vuelta a casa’), puesto que Elvis no había actuado en su ciudad desde el año 1961, se convirtió en un evento de primera magnitud que despertó una expectación inusitada. Desde que hace muchos años (no diré eso de ‘en una galaxia lejana’) me compré este disco en vinilo, ha ocupado un lugar muy especial entre mi colección: siempre que lo escucho me produce enorme satisfacción oir a un Elvis especialmente motivado ante sus convecinos y a un público feliz, entregado y, según se comprueba por el sonido ambiente, realmente exultante. Recuerdo perfectamente haber grabado este magnífico directo a varios amigos por la época en que lo adquirí y haber recibido de todos ellos palabras de elogio hacia el mismo. ‘My Baby Left Me’ fue compuesta en 1950 por Arthur ‘Big Boy’ Crudup, un reputado representante del ‘delta blues’ (la variedad de blues del delta del Mississippi, una de las originarias del género, caracterizada por un especial énfasis sobre el ritmo). Elvis siempre reconoció a Crudup como un intérprete fundamental en la gestación de su estilo como cantante. Recuerdo incluso haber leído a algún crítico musical decir que cuando escuchó a Elvis por primera vez en la radio allá por 1954, estaba totalmente convencido de que se trataba del propio Arthur Crudup. La versión que podemos escuchar aquí, con una calidad de sonido en directo destacable, me parece magnífica: poderosa interpretación de Elvis perfectamente acompañado por su sección rítmica, donde como siempre relucen los destellos de calidad de la guitarra de James Burton; me gustan también las gotas de sabor negro que aportan a la canción los coros de The Sweet Inspirations, grupo femenino de soul que acompañó a Elvis a partir de 1969 y que antes había secundado a Aretha Franklin; en sus inicios el grupo tuvo como una de sus componentes a Cissy Houston, la madre de la cantante Whitney Houston. El año 1974, al que pertenece la canción, suele integrarse, para no pocos críticos, dentro de la etapa que denominan de ‘decadencia’ de Elvis. Desde aquí les manifiesto mi más sincera gratitud: gracias a ellos hace ya tiempo que milito felizmente en las filas del ‘Decadentismo’. Encabezan la entrada la portada de una edición japonesa de ‘Elvis Recorded Live on Stage in Memphis’, la del disco ‘Roebuck Man’, que Arthur Crudup grabó con músicos británicos durante un viaje a Inglaterra en 1970 (obsérvese el apodo ‘Big Boy’ escrito en la funda de su guitarra) y, por último, una foto de Elvis con Myrna Smith, una de las componentes de The Sweet Inspirations.

viernes, 14 de mayo de 2010

WHERE COULD I GO BUT TO THE LORD





Este tema se graba en Nashville en la madrugada del 27 al 28 de mayo de 1966. Había sido creado en 1940 por el compositor de gospel James B. Coats. En esta canción acompañan a Elvis Jake Hess con su cuarteto The Imperials y varias voces femeninas. Jake Hess es un nombre muy importante dentro de la música religiosa norteamericana. En 1948 cofundó en compañía del pianista Hovie Lister The Statesmen. Este grupo, junto con los también famosos The Blackwood Brothers, representó un punto de referencia fundamental para Elvis en su faceta de intérprete de gospel: hay críticos que incluso señalan a Jake Hess como el molde sobre el que Elvis acuñó su estilo de baladista y cantante religioso. Prueba de la especial relación que ambos desarrollaron es el hecho de que, durante el funeral de Elvis en agosto de 1977, Hess y otros miembros de The Statesmen interpretasen dos canciones religiosas que el propio cantante había grabado: ‘Known only to him’ y ‘Sweet, Sweet Spirit’. ‘Where Could I Go But to the Lord’ es un clásico del gospel que ha sido grabado por gran cantidad de artistas. Quizá una de las grabaciones que estaban en la mente de Elvis era la que hizo para el sello Decca en 1951 Red Foley, uno de los padres fundadores del género country. Elvis registró durante su carrera diversos temas de Foley y pareció incluso querer rendirle homenaje en su película de 1957 ‘Jailhouse Rock’: Vince Everett, el personaje de Presley en el filme, que es un aspirante a cantante que se encuentra en prisión, tiene colgada en la pared de su celda una foto de Red Foley. La canción se incluyó en el LP ‘How Great Thou Art’, dedicado en su totalidad al gospel. El trabajo recibió un disco de oro, al superar el millón de copias vendidas, y le reportó al cantante un premio Grammy en la categoría de ‘Best Sacred Performance’ (‘Mejor Interpretación Sacra’). En su 'Elvis Comeback Special' para la NBC de 1968, Elvis inició magistralmente el segmento del programa dedicado al gospel precisamente con una interpretación de este tema, plena de calidad y redondeada por los estupendos coros realizados por el trío femenino negro The Blossoms. Dentro de la producción gospel de Elvis, ‘Where Could I Go But to the Lord’ ocupa para mí un lugar destacado por su especial valía: cadencias del blues y el soul en las voces y del jazz en el estupendo piano, alternancia de partes espirituales, reflexivas, serenas a cargo de la voz principal de Elvis con secciones corales majestuosas a modo de himno a cargo del conjunto de voces y, sobre todo, sucesión de sonidos primigenios, esenciales, orgánicos, que el intérprete ha de llevar muy dentro para que salgan de una manera espontánea, natural, verdadera. Gran canción. Encabezando la entrada, de arriba hacia abajo, cartel anunciador de los conciertos de gospel ofrecidos en 2008 por músicos que secundaron a Elvis durante su carrera en Bad Nauhaim, ciudad donde residió el cantante durante su servicio militar en Alemania, foto de Elvis con Jake Hess y portada de uno de los discos del cantante country Red Foley.

lunes, 10 de mayo de 2010

TOMORROW IS A LONG TIME



Elvis graba esta canción compuesta por Bob Dylan en la madrugada del 25 al 26 de mayo de 1966 en el Estudio B de la RCA en Nashville. El vínculo de unión entre Dylan y Presley es el intérprete de guitarra, bajo y armónica Charlie McCoy. En 1965, Bob Johnston, productor de Dylan para Columbia Records, trajo a McCoy desde Nashville a Nueva York expresamente para que acompañara musicalmente al cantante en el tema “Desolation Row” de su nuevo LP “Highway 61 Revisited”. Fue precisamente durante la grabación de este disco cuando Johnston, que sabía que Dylan estaba bastante insatisfecho con los resultados de sus últimas sesiones de trabajo en el estudio de Nueva York, propuso al cantante ir a grabar a Nashville, explicándole que allí en el sur se trabajaba a un ritmo menos apresurado y que había una serie de músicos de primerísimo nivel. Dylan, que pensó que un cambio de aires le vendría bien, aceptó la propuesta e inició el registro de canciones para su disco “Blonde on Blonde” el 14 de febrero de 1966 en los Estudios de Columbia Records en Nashville. Uno de los músicos que intervino en este disco fue Charlie McCoy. Por otro lado, McCoy había empezado en 1965 a participar en las sesiones de grabación de Elvis en Nashville. En los meses previos a mayo de 1966, McCoy había estado asesorando a Elvis en la búsqueda de nuevos caminos musicales. En concreto, McCoy le puso en repetidas ocasiones a Elvis el disco de 1965 “Odetta sings Dylan”, a cargo de la musa del resurgimiento del folk y del movimiento de lucha por los derechos civiles de la población negra, Odetta Holmes, que había sido y era una importante influencia en el propio Dylan. En ese disco, Odetta interpretaba la canción “Tomorrow is a Long Time”, de la que Elvis se enamoró y se decidió a grabar. La canción fue interpretada por Elvis secundado tan sólo por guitarras acústicas (una de ellas la del propio McCoy), bajo y pandereta. Esto dio como resultado una versión fiel a los orígenes folk de la canción pero con pinceladas del blues y el country, desnuda, minimalista, auténtica, donde la sensibilidad y expresividad vocal de Elvis alcanzan grandes cotas de virtuosismo: si Dylan era un poeta-compositor, Elvis se torna aquí en un poeta-intérprete, cuya voz plasma a la perfección todo el encanto, la ensoñación, las cadencias y los sentimientos puros contenidos en el escenario evocado por el tema de Dylan. De esta manera, Elvis se encuentra con Dylan en un territorio habitualmente transitado por ambos: la música tradicional vernácula de Estados Unidos. Como recojen diversos estudiosos en sus obras, existe constancia de que, tras oir la versión que Elvis hizo de “Tomorrow is a Long Time”, Dylan exclamó que era una de las interpretaciones de un tema suyo que más le gustaban. Encabezan la entrada una curiosa foto de Bob Dylan y Andy Warhol conversando en el taller de creación de éste, con el famoso retrato de Elvis al fondo, y una reproducción de la portada del disco “Odetta sings Dylan”.




viernes, 7 de mayo de 2010

COME WHAT MAY



Un tema que creo que posee un encanto especial. Había sido compuesto en el año 1958 por Franklin Tableporter. Elvis lo graba en Nashville el 28 de mayo de 1966. Lo secundan su grupo habitual de músicos de esa época, al que se ha unido también el guitarrista de Memphis Chip Young, por recomendación personal de Scotty Moore, guitarrista del cantante desde sus inicios en Sun Records allá por 1954. La canción vuelve a depararnos una exquisita muestra del pop con raíces del Elvis de la década de los sesenta. Me encanta el comienzo a cargo de las guitarras, con un sabor bastante novedoso, así como el magnífico diálogo entre el saxo solista Boots Randolph y el resto de la sección de metales; el especial estado de gracia vocal de Elvis por esta época y la habitual simbiosis de diferentes estilos musicales ponen el resto para redondear una gran canción, la cual ofrezco aquí en toma alternativa por su especial calidad de sonido. La sesión en la que se registró este tema fue la primera en que Felton Jarvis actuó de productor musical para la RCA. Jarvis, que anteriormente había producido discos a Lloyd Price, Fats Domino o Gladys Knight and the Pips, se convertiría en un personaje capital en la carrera del artista a partir de este momento, consiguiendo que, a finales de los 60 y comienzos de los 70, le llegasen al cantante un considerable número de canciones que estuviesen a la altura de su inmensa calidad como intérprete. Esto fue algo por lo que siempre Elvis le estuvo enormemente agradecido a Jarvis, llegando incluso a financiarle personalmente al productor una operación de transplante de riñón en el año 1970. En la primera foto de la entrada podemos ver a Elvis con Felton Jarvis en 1969; la segunda reproduce el single de 1966 donde apareció “Come What May”, junto con otra gran canción, “Love Letters”.

BIG BOSS MAN




Un blues excepcional por la interpretación de Elvis y por los auténticos sabores sonoros sureños que de él emanan. Compuesto por Al Smith y Luther Dixon y grabado originalmente en 1961 por el sensacional bluesman Jimmy Reed (una de mis debilidades musicales). Elvis graba su versión en el Estudio B de Nashville el 10 de septiembre de 1967. Son tiempos algo difíciles en la carrera del cantante, prácticamente centrado por completo en el cine, atrapado por un largo contrato que lo estaba llevando a un callejón casi sin salida: las películas cada vez “vendían” menos y se hacía más y más difícil encontrar temas de calidad para las bandas sonoras. Sin embargo, justo este año 1967 empieza un nuevo despegue de Elvis, que culminará en el enorme éxito de su especial de televisión para la NBC de diciembre de 1968, conocido popularmente como “Elvis Comeback Special”, para el que precisamente seleccionó el tema que aquí nos ocupa. Esto no es casualidad, ya que Elvis apoyó sus pies, para dar el salto hacia el éxito de nuevo, en dos pilares fundamentales de su identidad como cantante: el country blanco y el blues negro, cuya peculiar y mágica fusión hizo de él lo que era. La buena acogida ese año 1967 de varios singles de country y blues, entre los que se cuenta “Big Boss Man”, vino a demostrar que el salto de Elvis iba pleno de fuerza y bien dirigido. Además, Jimmy Reed era, a la par que paisano de Mississippi del cantante, uno de los bluesmen de referencia de Elvis, destacado representante de la transición del blues acústico y rural al eléctrico y urbano, y gran intérprete de harmónica. Ernst Jorgensen nos ilustra una vez más con su sabiduría sobre esta canción: “El sonido era diferente de cualquier cosa que Elvis hubiese hecho antes y a años luz de la mayoría de lo que salía de la escena musical de Nashville por aquel entonces. La grabación estaba dominada por un sonido de guitarra afilado, vibrante, pero también por un sabor funk a rhythm and blues desconocido para el country. La producción musical fue inmaculada, de una precisión milimétrica.” La versión que ofrezco es una toma alternativa con gran calidad de sonido. Arriba incluyo primero una foto de Jimmy Reed en la portada de uno de sus discos y después una curiosa foto de Elvis con un muy joven admirador, durante un descanso de la grabación del programa de televisión antes aludido.

ANY WAY YOU WANT ME (THAT'S HOW I WILL BE)



Bellísima y conmovedora balada amorosa. Creada para Elvis por el compositor de Brooklyn Aaron Schroeder en colaboración con el compositor de rhythm and blues Cliff Owens. Schroeder es también uno de los pilares creativos en la carrera del artista, habiéndole proporcionado un número considerable de temas de calidad, entre los que podría destacar, por ejemplo, “A Big Hunk o’ Love”, “I Got Stung”, “I Was the One”, “Stuck on You”, “It’s Now or Never”, entre otros. La canción se graba el día 2 de julio de 1956 en los Estudios de la RCA en Nueva York. En mi opinión, este tema ilustra a la perfección dos rasgos definidores del cantante. Por un lado, su formación inicial como cantante dentro del terreno del gospel, en los cultos de la denominada “Asamblea de Dios” (“Assembly of God”, que era una facción del Cristianismo Pentecostalista sureño de los Estados Unidos) en su Mississippi natal, determinó de manera decisiva su aproximación a la música secular; en concreto, sus baladas amorosas reciben una potente inyección de espiritualidad y fervor díriase que religiosos, un fenómeno para mí análogo, pero en dirección opuesta, al tratamiento del amor a Dios en términos humanos, casi carnales, que puede hallarse en la lírica religiosa de poetas como San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús. Por otro lado, la total entrega emocional del intérprete, especialmente patente en su faceta de baladista, en la que, como he oído comentar en algún DVD a los músicos que con él trabajaron, hace parecer que las palabras por él cantadas llegasen directamente al corazón sin pasar primero por tus oídos. La primera foto que ilustra esta entrada fue tomada el 4 de julio del mismo año, dos días después de la grabación del tema, durante el viaje en tren de regreso desde Nueva York a Memphis, donde ese mismo día Elvis iba a dar un concierto en el Russwood Park Stadium, con motivo de la Fiesta Nacional estadounidense. Como comenta el fotógrafo Alfred Wertheimer, que lo acompañó durante el viaje de 27 horas para hacerle un reportaje fotográfico, esta instantánea tiene un valor significativo, ya que Elvis pasa completamente desapercibido para la gente mientras espera para comprar algo de comer a una vendedora del andén; ésta sería una de las últimas ocasiones en que una cosa así volviera a suceder en su vida: “La única conclusión a la que podría llegar sobre mis fotografías es que fueron, probablemente, el primer y último vistazo a la vida cotidiana de Elvis Presley”. La segunda foto reproduce la portada de “Elvis 1956”, un interesante libro de 2009 que recoge las famosas fotografías que Wertheimer le hizo a Elvis ese año fundamental en su carrera.

jueves, 6 de mayo de 2010

FOOLS FALL IN LOVE




Un tema que personalmente me encanta. Fue creado por Jerry Leiber y Mike Stoller, una pareja de compositores que tienen, por derecho propio, sus nombres grabados con letras de oro no sólo en el legado musical de Elvis Presley, sino en la propia historia del rock and roll. “Hound Dog”, “Jailhouse Rock”, “King Creole”, “Love me”, “Loving you”, “Trouble” son algunas de las canciones suyas grabadas por Elvis, las cuales ocupan sin duda un lugar de privilegio dentro de la música popular del siglo XX. “Fools Fall in Love” había sido grabada en 1957 por el conocido grupo vocal negro The Drifters para Atlantic Records. Elvis hace su propia versión el 28 de mayo de 1966 en Nashville. La canción se convierte en un auténtico caleidoscopio de estilos musicales: pop de Nashville, rock and roll, swing a lo Frank Sinatra. También es una prueba más de que Elvis era lo que en el flamenco se denomina “cantaor largo” (el que domina con maestría todos los diversos cantes flamencos); sin ir más lejos, creo que Elvis podría haber sido perfectamente un crooner, ya que tenía el porte, el estilo, la voz, el ritmo, el swing o el fraseado vocal necesarios, según se puede comprobar en su brillante interpretación de esta canción. La instrumentación magnífica y el final sencillamente maravilloso. Encabezan la entrada una foto de la portada de un disco de The Drifters, donde se ven algunos de sus grandes éxitos, y otra de Elvis con Leiber y Stoller; esta segunda foto apareció en un LP editado en Gran Bretaña en 1980 con el nombre de “Elvis Sings Leiber and Stoller”.

JUDY



Una emocionante y desesperada declaración de amor y promesa de fidelidad ante la terrible realidad de la posible pérdida de la amada, difícil de olvidar una vez que se escucha:

They say you found somebody new,
Whose love will always be true,
I don't know what it is to be alone,
That's why I dread to know you're gone.

Oh, Judy, don't let our sweet love
Wither and die like flowers in the fall,
Oh Judy, don't you know it's you
I love most of all,
Oh, please, come back I promise always to be true,
Oh Judy, there'll never be anyone else here but you.

Elvis graba esta composición de Teddy Redell en la madrugada del 12 al 13 de marzo de 1961 en Nashville. Este tema ilustra a la perfección las bondades musicales de la muy peculiar variedad de pop que se fraguó en los estudios de grabación de la ciudad de Nashville durante la decada de los sesenta, y de la que Elvis fue uno de los protagonistas en primera persona: rara alquimia que transmutaba melodías básicas y ritmos lineales y marcados propios del pop en preciadas composiciones trufadas de las esencias sonoras del Sur de los Estados Unidos, como el country o el blues, de la mano de experimentados instrumentistas con formación jazzística. Creo que el mejor homenaje que puedo hacerle a “Judy” aquí es reproducir las siguientes palabras de Ernst Jorgensen en su magna obra de 1998 “Elvis Presley: A Life in Music. The Complete Recording Sessions”: “Dudo que se pueda encontrar parangón al encanto sin esfuerzo, al swing y a la natural maestría vocal de Elvis en “Judy”. A su vez, Floyd Cramer esparce sobre la canción los tríos de notas de su mano derecha cual si fuesen polvo de oro, epítome de la particular versión de pop atemporal gestada por Elvis y su grupo de músicos de Nashville.” Recuerdo también haber leído ya hace algunos años un extenso reportaje dedicado a Elvis en “Ruta 66”; en él incluían una lista de las, en opinión de la revista, diez mejores canciones más desconocidas para el gran público del cantante: entre ellas se encontraba, como no podía ser de otra forma, “Judy”. Al inicio de la entrada, podemos ver a Elvis en concierto con Hank Garland, guitarrista de inmenso talento que compaginaba sus grabaciones para el cantante con sus participaciones en discos de jazz, y que toca en este tema; después, foto de la portada del libro de Ernst Jorgensen.

miércoles, 5 de mayo de 2010

(SUCH AN) EASY QUESTION



Una grabación del 18 de marzo de 1962 que me gusta especialmente. Es de Otis Blackwell y Winfield Scott, una pareja de compositores que crearon diversas canciones para el cantante, entre las que hay que destacar la magnífica “Return to Sender”, también grabada en 1962 para la banda sonora de la película “Girls, Girls, Girls”, y que llegó al número 1 de las listas británicas y al número 2 en las estadounidenses. Aunque de estructura simple y contorno melódico básico, Elvis extrae de "(Such an) Easy Question" un jugo increíble, rasgo este definidor del artista: yo he oído a muchos cantantes mediocres degradar grandes canciones y, por el contrario, he oído a Elvis elevar, engrandecer y poner en el mapa musical norteamericano muchos temas sencillos, en principio concebidos con modestas aspiraciones. Me encantan el ritmo, la sensualidad y el feeling que le transmite Elvis a esta canción pop en un medio tiempo, con fraseado de blues. Ésta es una toma alternativa, con tremenda calidad de sonido, y en la que puede apreciarse, aparte del buen ambiente reinante en el estudio, el perfeccionismo y la pulcritud con que el cantante acometía siempre sus sesiones de grabación: él mismo detiene la toma 1, poco después de su inicio, al detectar una mínima aceleración en el ritmo: “Hold it, it might be just a little bit too fast” (“Para, me parece que va un poquito más rápido de la cuenta”). Arriba he incluido una foto de Otis Blackwell componiendo al piano y otra de Elvis interpretando “Return to Sender” en la película antes citada.

DOWN IN THE ALLEY





Es ésta una canción muy de mi gusto y que suele elevarme el espíritu bastante cada vez que la escucho. Se graba en una larga noche de trabajo en el Estudio B de la RCA en Nashville, en concreto sobre las 4 de la madrugada del 25 al 26 de mayo de 1966. Es una creación de Jesse Stone para el famoso grupo vocal negro de rhythm and blues “The Clovers”, del año 1957. Stone era director musical, arreglista y compositor en el legendario sello discográfico Atlantic Records, para el cual grababan “The Clovers”. Atlantic Records ha sido una compañía de referencia en el ámbito del rhythm and blues, rock and roll y jazz en Estados Unidos, que fue fundada por el famoso gurú musical turco-americano Ahmet Ertegun. A ella pertenecieron artistas como Ray Charles, Bobby Darin, The Drifters, John Coltrane, y un larguísimo etcetera. “The Clovers” constituían una de las influencias musicales importantes de Elvis y “Down in the Alley” era una de sus canciones preferidas del grupo. Estimo que la versión de Elvis alcanza cotas de calidad importantes: gran interpretación vocal en armonía con los cantantes de apoyo al modo de los grupos de rhythm and blues negros, melodía pegadiza, ritmo hipnótico y envolvente, y magnífico acompañamiento musical: armónica, guitarra, saxo, piano y órgano componiendo un conjunto sonoro poderoso. Este tema apareció como bonus en el LP de la banda sonora de la película de 1966 “Spinout” (de la que hablaba en términos muy positivos Enrique Bunbury en una entrevista sobre Elvis en la revista Rolling Stone hace unos meses). Vista la calidad intrínseca del tema, no tengo sino que recomendar precaución con los que meten en un saco común las numerosísimas canciones de los discos de películas de Elvis, como si fueran todas lo mismo, normalmente para infravalorarlas y, sobre todo, con los que llegan a escribir sobre dichas canciones me temo que sin ni siquiera haberlas escuchado en su totalidad. Encabezando la entrada aparecen fotos de Elvis con destacados músicos negros: de arriba hacia abajo, con Junior Parker, Rufus Thomas y BB King.


martes, 4 de mayo de 2010

A MESS OF BLUES



Una auténtica maravilla del 20 de marzo de 1960. Un emotivo blues compuesto por Doc Pomus y Mort Shuman, otra pareja de creadores de referencia para el cantante en esta época. Una vez más, fusión de inestimable calidad entre las esencias sonoras y temáticas del blues y la sensibilidad y poderío vocal del artista (impresionante el agudo final sobre la palabra “blues” en el minuto 2:36):

I gotta get myself together
Before I lose my mind
I'm gonna catch the next train goin'
And leave my blues behind
Since you're gone
I got a mess of blues

Sonido Elvis-in-Nashville al cien por cien (incluso se oyen rítmicas palmas: música auténtica, con raíces), destacando sobremanera el piano maravilloso de Floyd Cramer (aparece en foto arriba), otro intérprete genial del momento y maestro en un estilo interpretativo denominado “slip-note” (“nota deslizada”), consistente en iniciar la siguiente nota mientras todavía suena la anterior. Como curiosidad, a la derecha de la pantalla en youtube aparece el enlace a la versión que Led Zeppelin hizo de este tema.

RECONSIDER BABY


En mi opinión, una de las mejores interpretaciones de blues de toda la carrera del cantante. Canción del conocido bluesman Lowell Fulson, la cual Elvis conocía desde el año de su creación, 1954. La que incluyo es la versión con el espléndido solo de saxo en su totalidad. Se grabó a las 7 de la mañana del día 3 de abril de 1960, tras una noche entera de grabaciones (la voz que dice “one, two, three” al principio de la grabación así lo delata). Elvis incrusta todo su talento vocal y sus esencias musicales primigenias en esta canción, en la que también toca la guitarra acústica. El solo de saxo es de Boots Randolph, músico de jazz que, para complementar los ingresos que obtenía tocando en clubes, ejercía de músico de sesión en Nashville y que participaría en muchas grabaciones de Elvis durante la decada de los 60. Su interpretación, en el mejor estilo del blues jazzístico y jalonada por las espontáneas palabras de apoyo del cantante típicas del género, ha merecido este comentario de Ernst Jorgensen, máxima autoridad mundial en la música de Elvis: “His sax solo, the first on a Presley record, went straight into the book of classic rock’n’roll moments.” En el video, en 0:55, se ve una foto que refleja cómo este y muchos otros discos de Elvis tienen el valor añadido de ser “live studio recordings” (“grabaciones en directo en estudio”), donde todos los músicos tocaban juntos al mismo tiempo el tema. En la foto de arriba, vemos a Elvis y Boots Randolph en concierto.


GIVE ME THE RIGHT



Una canción que venero. Registrada el 12 de marzo de 1961 en Nashville. Sin duda, una de las muchas joyas musicales que pueden hallarse en la amplísima producción del cantante. Tema de Fred Wise y Norman Blagman, originalmente blusístico, pero barnizado por la grandeza melódica del espectro vocal de Elvis. Calidad a raudales en el acompañamiento vocal y musical, y sinceridad y emoción en la interpretación de esta conmovedora súplica amorosa por uno de los más grandes intérpretes de canciones de amor:

If you looked deep in your heart
Like I looked into mine
You will find that nothing has changed
Our love was there all the time

Why make me plead
For something you need
I want to bring back the thrill
Give me the right

Para los interesados en un análisis detallado de esta faceta del cantante, recomiendo el DVD editado en el año 2009, “Elvis: Love me Tender - The Love Songs”. En la foto, tomada durante un descanso del rodaje de la película de 1961 “Wild in the Country”, Elvis aparece en compañía del compositor Fred Wise.


GIRL NEXT DOOR WENT A'WALKING


Este tema de Bill Rise y Thomas Wayne se graba el 3 de abril de 1960 en el famoso Estudio B de la RCA en Nashville, donde Elvis registró una gran parte de su producción musical. Aparte de por la importancia de Nashville en el panorama musical de la época, al estar allí radicados algunos de los mejores músicos de la escena del country y rock del momento, esta ciudad, y este estudio en concreto, se convirtió en el centro de operaciones de Elvis, ya que podía trasladarse allí en coche, en un trayecto de unas cuatro horas dentro del estado de Tennessee, desde su ciudad de residencia, Memphis. Esta canción se encuadra en el LP "Elvis is back", para mí sin duda uno de los mejores de toda su carrera. Es el primer disco grabado después del hiato de dos años provocado por el servicio militar del cantante en Alemania. Existían dudas razonables sobre la acogida que el público americano daría a Elvis en su reentré y si éste recuperaría la posición de privilegio previa a la marcha a Europa. El disco disipó pronto las dudas y ofreció a un Elvis estelar, con una voz más madura, redonda y profunda. Durante los dos años de ausencia del cantante del panorama musical, se había desarrollado considerablemente el género del doo-wap, con la eclosión de una miríada de grupos dedicados a este estilo vocal. Elvis graba este y algún otro doo-wap en el disco antes referido y deja su impronta de calidad en el género. La foto que encabeza esta entrada está tomada el 3 de marzo de 1960, justo un mes antes de la grabación de la canción. Es la única vez que Elvis pisó suelo británico, en concreto es el Aeropuerto de Prestwick, en el área de Glasgow, en escala del vuelo que lo conducía de Alemania a Estados Unidos, una vez concluido su servicio en el ejército.



domingo, 2 de mayo de 2010

ANYPLACE IS PARADISE



Una gran composición de Joe Thomas, a medio camino entre el blues y la balada. Se graba el día 2 de septiembre de 1956 en los estudios alquilados por la RCA en Hollywood, donde se encontraba el cantante. Son las sesiones de grabación de “Elvis”, el segundo LP grabado por el artista para la RCA, después de que este sello comprara sus derechos a Sun Records de Memphis. Es el año en que Elvis se convierte en un verdadero fenómeno musical a nivel nacional en los Estados Unidos. Es una de mis canciones favoritas de toda la producción de ese año fundamental, me encanta su sabor jazzístico, reforzado por el propio armazón estructural de la canción, donde se suceden, al modo de las formaciones del jazz, solos de guitarra (el sonido de toda una decada plasmado aquí en unos segundos), piano y contrabajo, arropados por la suave cadencia de las escobillas en la percusión. En plan anecdótico, justo al día siguiente de la grabación de esta canción, Elvis invitó al estudio a asistir a las sesiones de grabación de ese día a la actriz Natalie Wood, a quien había conocido en los estudios cinematográficos hollywoodienses, en los que ella había intervenido el año anterior en “Rebel without a cause”, junto a James Dean, y en los que Elvis rodaba su primer filme, “Love me tender”.